FUENTES DE CONTAMINACIÓN DEL SUELO
Las principales fuentes de contaminación del suelo son:
Plaguicidas y pesticidas
El aprovechamiento intensivo de los suelos, exige con ello, la utilización de plaguicidas y pesticidas, con el fin de obtener un mayor rendimiento agrícola. Entre ellos, se encuentran:
Fungicidas
Son plaguicidas que se usan para poder combatir el desarrollo de los hongos (fitoparásitos). Estos, contienen los metales de azufre y cobre, que generalmente se concentran en el suelo.
Insecticidas
Se usan para exterminar plagas de insectos. Uno de los insecticidas más usados es el DDT. Este insecticida puede mantenerse por 10 años o más en los suelos y no se descompone.
Herbicidas
Son un tipo de compuesto químico que destruye la vegetación.
Aunque éstas fuentes de contaminación del suelo no son las únicas (porque también se encuentra el papel, vidrio, plástico, materia orgánica, solventes, residuos peligrosos o sustancias radioactivas, etc.), son de las más importantes, ya que se ha demostrado que tienen un gran efecto nocivo hacia la salud del ser humano y otros seres vivos.
EFECTOS DE LA CONTAMINACION DEL SUELO
La presencia de contaminantes en un suelo supone la existencia de efectos nocivos para el hombre, la fauna en general y la vegetación. Estos efectos tóxicos dependerán de las características toxicológicas de cada contaminante y de la concentración del mismo.
La presencia de contaminantes en el suelo se refleja de forma directa:
v Sobre la vegetación induciendo su degradación,
v La reducción del número de especies presentes en ese suelo, y
v Más frecuentemente la acumulación de contaminantes en las plantas, sin generar daños notables en estas.
v En el hombre, los efectos se restringen a la ingestión y contacto dérmico, que en algunos casos ha desembocado en intoxicaciones por metales pesados y más fácilmente por compuestos orgánicos volátiles o semivolátiles.
Indirectamente:
v A través de la cadena trófica, la incidencia de un suelo contaminado puede ser más relevante.
v Absorbidos y acumulados por la vegetación, los contaminantes del suelo pasan a la fauna en dosis muy superiores a las que podrían hacerlo por ingestión de tierra.
v Cuando estas sustancias son bioacumulables, el riesgo se amplifica al incrementarse las concentraciones de contaminantes a medida que ascendemos en la cadena trófica, en cuya cima se encuentra el hombre.
Las precipitaciones ácidas sobre determinados suelos originan, la liberación del ion aluminio, desplazándose hasta ser absorbido en exceso por las raíces de las plantas, afectando a su normal desarrollo.
Aparte de los anteriores efectos comentados, hay otros efectos inducidos por un suelo contaminado:
· Degradación paisajística: la presencia de vertidos y acumulación de residuos en lugares no acondicionados, generan una pérdida de calidad del paisaje, a la que se añadiría en los casos más graves el deterioro de la vegetación, el abandono de la actividad agropecuaria y la desaparición de la fauna.
· Pérdida de valor del suelo: económicamente, y sin considerar los costes de la recuperación de un suelo, la presencia de contaminantes en un área supone la desvalorización de la misma, derivada de las restricciones de usos que se impongan a este suelo, y por tanto, una pérdida económica para sus propietarios.
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